25.2.16

La Historia de las casas Victorianocaribeñas de República Dominicana

A principios del siglo XX apareció un inglés en el #Caribe. Nadie recuerda su nombre ni su procedencia exacta. Pero se sabe que fue el primero en construir una casa victoriana en la República Dominicana. 
El hombre traía los conocimientos técnicos de una Inglaterra con hambre de edificar y extender las vías del ferrocarril allá donde hallara un pedazo de tierra. Al llegar a Salvaleón de Higüey, la población por donde sale el sol en la isla, se topó con un viento incesante, una humedad profunda y un sol a destajo.  
Ese clima amenazaba con devorar en un santiamén cualquier construcción levantada sobre su sabiduría victoriana. El inglés sin nombre conocido y los dominicanos con los que trabajó tuvieron que claudicar ante los dictados del lugar y edificaron una vivienda que, en vez de protegerse del frío, habría de resguardarse del calor, y en vez de evitar corrientes gélidas, invitaba a la brisa a pasar a casa.

Hacía años que estas viviendas habían caído en desgracia. La elegancia de cien años atrás se transformó en un sello de pobreza y, hoy, los dueños de estas casas, en cuanto reunen suficientes pesos, hincan una pala, las tiran abajo y, en su lugar, levantan un hogar que ellos mismos construyen con ayuda de algunos albañiles. Estas edificaciones están borrando el pasado victoriano de la ciudad y asientan una nueva estética de favela en el corazón de Higüey.

Un 11 de enero,  dos españoles huían del frío pelaje del invierno. El arquitecto Javier Serrano y el ilustrador Pablo Purón habían viajado a la República Dominicana con un bono para desarrollar un proyecto social en este país. Era la primera vez que los miembros de Boa Mistura visitaban la isla. Buscaban un lugar donde hacer lo mismo a lo que han dedicado los últimos diez años: rehabilitar, recuperar y embellecer espacios urbanos, junto a los vecinos que viven ahí, para que descubran la importancia de trabajar juntos en el cuidado de su lugar en el mundo.

casas victorianas del caribe

Los hombres descubrieron que no solo estaba amenazada la arquitectura anglovictoriana. Algo más estaba en riesgo: las flores. La supervivencia de muchas especies anda hoy en ascuas y eso podría desfigurar el paisaje de un país exuberante sin otoños que pelen su vegetación.

«La rosa de Bayahibe nos mostró el camino. La propia flor nacional está en peligro de extinción. Luego vimos que hay muchas más», explica Javier Serrano, una tarde de lluvia en Higüey. «Lo que teníamos que hacer era concienciar a la población de que ni esta arquitectura ni estas flores se pueden perder».

Un mes después, cinco hombres de Boa Mistura cruzaron el Atlántico con sus brochas y sus pinceles.  Iban a recuperar las casas que, un siglo antes, dieron una pátina victoriana al Caribe. Eso jamás hubiera ocurrido sin ese insigne inglés. «Fue el primero en llegar a las islas cocolas», especifica Yunes. «Construyó una casa anglosajona adaptada al trópico de cáncer. Aquí predomina la lluvia, el viento y el sol. A nosotros nos soplan los vientos alisios»............



-----------------------------------------------------------------------------------------------------

Es un regalo a la vista para muchos turistas el poder observar y admirar en los países #Caribeños este tipo de casas, cada una adaptada a su entorno; son vestigios de un pasado que nos representa, y que aun en muchos lugares las conservan. Yo pienso que es simple analogía, algo que te lleva a los recuerdos de la niñez, y es una identidad propia que deberíamos resguardar en todos los países del Caribe. debemos  proteger lo antiguo en vez de destruirlo, el pasado es parte del futuro, sin el no hay historia. @Negfertty

 

Si deseas leer mas de esta interesante historia, les dejamos el link

Boa Mistura recupera unas casas únicas en el mundo: las victorianocaribeñas

 

Saludos 

@Inmueblesyturismo


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, su mensaje será revisado antes de ser publicado, si desea una asesoría personalizada utilice nuestro formulario.